Los inicios
EDENE (Empresa de Distribución Eléctrica Noreste) fueron en inicio las siglas que se eligieron para dar nombre a una de las primeras empresas de distribución de energía que funcionaba en Panamá bajo un esquema de compañía privada. Posteriormente, pasamos a conocernos como Elektra Noreste S.A., "la del recibo amarillo", que nos identificó por once años. Renovamos nuestra identidad corporativa y acortamos nuestro nombre a ENSA en el año 2011, nombre comercial actual con el que consolidamos nuestros objetivos de integrar progreso, tecnología, responsabilidad ambiental y eficiencia en el servicio de distribución eléctrica.
Iniciamos operaciones el 1° de noviembre de 1998, a raíz de un proceso de privatización del entonces Instituto de Recursos Hidráulicos y Electrificación (IRHE), por parte del Estado panameño y motivado por la visión de modernizar y optimizar el servicio eléctrico en el país. Comenzamos a operar con 173,700 clientes en las provincias de Colón, Darién, la Comarca Guna Yala, Islas del Pacífico y el sector Este de la provincia de Panamá, zonas que conforman nuestra área de concesión.
Somos una Sociedad Anónima y nuestro capital accionario lo constituye el Grupo EPM con un 51%; mientras que el Estado Panameño es acreedor del 48.3% y 0.7% de nuestras acciones pertenece a empleados y extrabajadores de la empresa. EPM es una empresa pública que opera en Colombia desde hace cincuenta años, brindando el servicio de energía eléctrica a más de un millón de abonados, entre otros servicios públicos.
Compra de acciones por los colaboradores
En abril de 1998, cinco meses después de que ENSA iniciara sus operaciones, los trabajadores de la empresa eléctrica tuvieron la oportunidad de comprar acciones, producto de la privatización. Del capital accionario, un 0.7% fue ofrecido a los cerca de 800 colaboradores que laboraban en aquel entonces. El 30 de abril de 1999, aproximadamente 380 trabajadores recibieron certificados que los acreditaban como propietarios de acciones de ENSA. Las acciones fueron asignadas de acuerdo con la Ley 6 del 3 de febrero de 1997.
Nuevas empresas
Todo empezó el 14 de diciembre de 1999, cuando 14 empleados de ENSA en virtud de la opción Nº 2 del artículo 170 de la Ley Nº 6 de febrero de 1997, contemplada en la Primera Convención Colectiva, e interesados en dar por culminada la relación laboral, recibieron una indemnización del 120 % más un pago adicional de mil balboas, el cual les permitió con este capital semilla, comprar equipos y sufragar los gastos de operaciones que los convertirían en microempresarios.
Entre las microempresas eléctricas pioneras surgieron: Lighting & Hot Line, la Compañía Eléctrica del Este (CEDESA), la empresa Colón Eléctrica y la compañía I.T. Eléctrica, que con el apoyo de su madrina ENSA, se adaptaron a las vicisitudes económicas, firmando contratos de servicios de reparación, limpieza, mantenimiento de luminarias, cambio de soportes, reemplazo de fotoceldas, bombillos e instalaciones de conectores, facturación, reconexión, mejoras a la red, servicio de poda, cortes de conexiones ilegales, instalación de cables preensamblados y proyectos de ingeniería con las características y eficiencia exigidas en las Especificaciones Técnicas acordadas por la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (anteriormente Ente Regulador de los Servicios Públicos).